Windows 11 lento tras actualizar y qué hacer

¿Actualizaste Windows 11 recientemente y tu PC ya no rinde como antes? No se trata de tu imaginación, ni de una simple mala racha con la tecnología. Desde las actualizaciones acumulativas de julio para la versión 24H2, miles de usuarios se han topado de golpe con un escenario poco agradable: equipos más lentos, errores de instalación y hasta juegos que se congelan. Aquí te contamos todo lo que está pasando y, lo más importante, qué puedes hacer para sobrevivir sin perder la cabeza (ni el progreso en tus partidas).

¿Qué está sucediendo con Windows 11 24H2?
El lanzamiento de los últimos parches de Windows 11, diseñados para sumar nuevas funciones y, como siempre promete Microsoft, mejorar la seguridad, han resultado ser todo lo contrario para muchos usuarios. Lo reportan en foros, redes sociales y la propia comunidad oficial: tras actualizar en julio, la experiencia de uso se ha visto afectada enormemente, frenando la productividad y arruinando la diversión a gamers.

  • PCs que de repente van más lentos de lo habitual.
  • Juegos (especialmente en Xbox para PC) sufren pausas, caídas de frames y cierres inesperados.
  • Problemas con sesiones de Escritorio remoto o bloqueos repentinos.

Lo preocupante es que incluso usuarios con hardware potente experimentan estos síntomas. Así que si creíste que solo era cosa de equipos modestos, no: la culpable es la actualización, no tu PC.

Errores durante la instalación que nadie quiere vivir
Actualizar debería ser algo sencillo, pero las acumulativas de julio han traído consigo errores fatídicos durante el proceso:

  • Barras de progreso que se congelan.
  • Reinicios automáticos (y repetitivos) imposibilitando completar la actualización.
  • Pantallas azules con códigos como 0x800f0993 y 0x800F081F.

¿Te suena familiar este escenario? No ayuda tampoco que en varios equipos se presenten fallos tan graves que después ni siquiera logran volver a la normalidad con una simple recuperación.

El ‘culpable’ detectado: sentido y reacción de Microsoft
Los técnicos de Microsoft, después de una oleada de reportes, identificaron uno de los principales conflictos: el controlador “sprotect.sys” perteneciente a SenseShield Technology. Este componente viene con algunos antivirus y herramientas de seguridad y, por desgracia, se lleva fatal con la nueva versión de Windows 11.

Como medida de emergencia, Microsoft ha bloqueado la actualización para los equipos que detecten ese componente. La idea es evitar un desastre mayor mientras trabajan en soluciones reales. Si tienes protección extra instalada (antivirus de terceros), revisa si uses seguridades basadas en SenseShield: podrías estar esquivando el problema, aunque no puedas actualizar de inmediato.

Las respuestas (y limitaciones) de Microsoft
Obviamente, en Redmond no han ignorado la crisis. Se lanzaron deprisa parches como la actualización KB5062660, pensada para lidiar con problemas de estabilidad (incluyendo bloqueos en Escritorio remoto y algunos cuelgues críticos detectados desde principio de año).

¿El problema? Aunque algunas fallas se resuelven, la experiencia general sigue siendo negativa para muchos. Las quejas en los canales oficiales persisten, y crece la frustración ante la cercanía de la migración obligatoria a Windows 11 para octubre. Muchos PCs, simplemente, se han convertido en una fuente constante de bugs y ralentizaciones.

¿Qué puedes hacer si ya actualizaste y sufres?
Aquí van algunas recomendaciones clave que puedes aplicar hoy mismo:

  • Verifica tu historial de actualizaciones. Busca si ya se instaló la que está generando conflicto (principalmente, las acumulativas de verano para 24H2).
  • Desinstala o pausa las actualizaciones problemáticas. Usa las herramientas de Ajustes de Windows -> Windows Update para retroceder la instalación o pausar las próximas mientras llega un parche estable.
  • Comprueba tus antivirus y software de seguridad. Si usas soluciones con SenseShield, revisa foros o los sitios de soporte del desarrollador: podrían tener parches específicos o recomendarte alternativas temporales.
  • Reinicia y prueba el rendimiento tras los cambios. Asegúrate de que tu equipo no sufra bloqueos inesperados antes de reinstalar actualizaciones.
  • Sigue las comunicaciones oficiales de Microsoft. Mantente atento a nuevos lanzamientos de parches. A veces, el remedio llega más rápido de lo que creemos.

Recuerda, nunca está de más generar un punto de restauración antes de tocar nada importante.

¿Deberías posponer la migración o seguir adelante?
Con la obligatoriedad de saltar a Windows 11 en octubre, la presión es evidente: nadie quiere quedarse con un sistema inseguro o sin soporte. Pero tampoco es buena idea lanzarse a actualizar cuando los problemas son tan notorios.

Si tu equipo está en una versión estable, considera esperar unos días o semanas más antes de actualizar a la última 24H2. Microsoft acostumbra lanzar acumulativos correctivos rápidos cuando el ruido es tan fuerte.

El futuro inmediato: ¿mejorará Windows 11?
A juzgar por la experiencia reciente, la transición a Windows 11 no será tan transparente como Microsoft prometía. Hay mucho trabajo por delante y, sin duda, más parches en el horizonte. Lo ideal: paciencia, mantener la calma y siempre (siempre) procurar copias de seguridad de tus datos clave.

En resumen, la actualización acumulativa de julio para Windows 11 24H2 ha causado más problemas que soluciones, con bloqueos, caídas de rendimiento y una insatisfacción creciente entre los usuarios. Las respuestas de Microsoft han llegado, pero los parches aún no arreglan todo.

Mientras tanto, tu mejor herramienta es la prevención, estar informado y si algo falla, no desesperar: vuelve a una versión anterior, pausa Windows Update, y confía en que (pronto, esperamos) las cosas volverán a la normalidad.

¿Ya sufriste estos problemas? Cuéntanos en los comentarios tu experiencia, dudas o soluciones personales: juntos es más fácil sobrellevar la era de las actualizaciones impredecibles.

La actualización de Windows 11 versión 24H2 generó graves problemas de rendimiento y bloqueos para miles de usuarios. Microsoft ha reaccionado con parches, pero aún no se solucionan todos los fallos. Antes de actualizar, es recomendable esperar por versiones más estables y mantener siempre copias de seguridad.