WhatsApp renueva su app en Windows y esto cambiará todo

Meta tiene preparada una jugada que sacudirá a millones de usuarios de WhatsApp en Windows: pronto dejará de existir la aplicación nativa que muchos han disfrutado por años, para ser sustituida por un web wrapper basado en Chromium. Este cambio puede sonar a simple actualización de software, pero la realidad es que sus efectos se sentirán hasta en la experiencia diaria más cotidiana. Vamos a analizar qué pierde y qué gana realmente cada usuario con esta apuesta de Meta.

¿Por qué Meta dice adiós a la app nativa de WhatsApp para Windows?
En 2022, Meta apostó fuerte por una aplicación nativa de WhatsApp para Windows, desarrollada pensando en los estándares, diseño e integración con el ecosistema de Microsoft. Esta versión rápida, eficiente y visualmente acorde con Windows, parecía sentar las bases de una presencia sólida en el escritorio. Sin embargo, la empresa ha decidido ponerle punto final y abrazar un enfoque radicalmente diferente: un web wrapper o contenedor web.

¿La motivación real? Simplificar el mantenimiento y acelerar la incorporación de nuevas funciones. Con un web wrapper que utiliza Chromium, Meta solo necesita enfocarse en una base de código (la web), en lugar de trabajar sobre plataformas totalmente distintas (Windows, macOS, Linux), y eso permite sincronizar funcionalidades más rápido y reducir esfuerzo en soporte.

Ventajas inmediatas: funciones que antes no estaban
La principal promesa de este movimiento es el acceso, desde el PC, a funciones que hasta ahora estaban limitadas a la web y el móvil. ¿Algunas de ellas?

  • Channels: Seguimiento de canales de información y creadores.
  • Mejoras en Estados: Ver y compartir actualizaciones como en dispositivos móviles.
  • Más herramientas de comunicación: Funciones nuevas estarán disponibles al mismo tiempo en todas las plataformas.

Así, los usuarios de Windows ya no tendrán que resignarse a ser “los últimos en la fila” cuando lleguen actualizaciones importantes a WhatsApp.

El precio a pagar: más lento y menos “tan Windows”
No todo lo que brilla es oro. El paso a una versión envuelta en Chromium tiene consecuencias negativas claras, y no menores:

  • Consumo de RAM hasta un 30% mayor: Los motores web como Chromium son conocidos por ser más glotones en recursos que las apps nativas. En ordenadores con menos memoria, la experiencia puede resentirse visiblemente.
  • Menor velocidad y fluidez: Las apps web suelen sentirse algo más “pesadas” o menos responsivas, sobre todo en movimientos rápidos entre chats y archivos multimedia.
  • Pérdida de integración nativa: Adiós a los detalles bellos, como el Fluent Design o el aspecto pulido acorde al sistema Windows. El nuevo WhatsApp se verá más “consistente con la web” que integrado al escritorio.
  • Notificaciones menos fiables: La gestión de notificaciones será diferente y posiblemente menos eficiente; puede que se retrase la llegada de avisos o se pierda compatibilidad con acciones rápidas desde el sistema operativo.

Esto puede suponer un retroceso para usuarios exigentes o aquellos que valoran la experiencia cuidada y pulida de usar herramientas diseñadas “a la medida” de Windows.

¿Por qué ahora? Una decisión contradictoria
El movimiento de Meta llega en un momento curioso: mientras WhatsApp empezaba a probar una auténtica aplicación nativa (con tecnología Swift) para el iPad —algo muy reclamado por sus usuarios de Apple durante años—, decide hacer justo lo opuesto en el entorno Windows. Esta contradicción no ha pasado desapercibida, sobre todo entre usuarios que esperan que el escritorio siga siendo una plataforma de primera, no de segunda.

Mantenimiento fácil, usuarios incómodos
Desde la mirada de Meta, centralizar el desarrollo y ajuste de funciones representa una gran ventaja. Cuando una función se implementa en la versión web, rápidamente estará disponible para Windows (y otros sistemas que usen wrappers web), eliminando las demoras habituales causadas por la fragmentación de código.

Sin embargo, muchos temen que ese beneficio para el fabricante no se traduzca en una mejor experiencia para el usuario, sobre todo si la aplicación se vuelve más lenta, más pesada y menos “nativa”.

El futuro de WhatsApp en PC: ¿avance o paso atrás?
El cambio todavía no tiene fecha concreta, pero las versiones beta muestran un camino claro: adiós app nativa, hola contenedor web.

En resumen:

  • Se pierde: Velocidad, eficiencia, integración visual, notificaciones óptimas y esa sensación de “app bien hecha para Windows”.
  • Se gana: Acceso inmediato a nuevas funciones y menor tiempo de espera para recibir novedades pensadas para la versión web.

¿Qué significa esto para ti? Si usas WhatsApp en el escritorio como complemento ocasional, quizás te dé lo mismo. Si eres usuario intensivo o tienes un PC de recursos limitados, podrías terminar echando de menos la app nativa. Y si eres fan de las apps coherentes con el diseño de Windows, será todo un golpe visual.

¿Hay marcha atrás? Lo que nos espera
Aunque se trata de una tendencia que otras plataformas han adoptado, WhatsApp era de las pocas que apostaba por la experiencia nativa en Windows. Con este paso, la sensación es que, salvo presión fuerte de la comunidad, el cambio es irreversible.

No olvidemos que el mantenimiento, la rapidez de lanzamientos y el acceso a funciones serán mejores… pero a costa de experiencia de usuario. Queda en manos de Meta —y la presión de los usuarios— intentar equilibrar estos dos mundos.

¿Y tú, qué opinas?
¿Prefieres una app que aproveche lo mejor de Windows, aunque reciba funciones más tarde? ¿O priorizas acceder a las últimas novedades, aunque el rendimiento baje y la integración no sea perfecta? Déjalo en los comentarios y comparte cómo te afectará este cambio.

El adiós a la app nativa de WhatsApp en Windows marca una etapa de más funciones y menor mantenimiento, pero sacrifica optimización, diseño e integración. La apuesta de Meta es clara: priorizar agilidad y nuevas herramientas, aunque con cierta pérdida de experiencia de usuario. ¿Convencerá este cambio a todos? El debate está abierto entre funcionalidad y rendimiento.