Una nueva batalla por la privacidad digital
En pleno auge de la inteligencia artificial, la privacidad de los usuarios digitales se encuentra bajo una amenaza constante. Ahora, la polémica gira en torno a Recall, una función incluida en los PCs Copilot+ con Windows 11 que ha despertado gran preocupación en la comunidad tecnológica y entre defensores de la privacidad.
¿Qué es Recall y por qué tanta controversia?
Recall es una nueva herramienta que utiliza IA para crear una especie de memoria digital de todo lo que sucede en el PC: toma capturas automáticas de pantalla de cada acción, programa, mensaje o formulario que aparece en pantalla. Esto incluye desde chats privados, históricos de navegación hasta formularios con datos financieros o personales.
Esta omnipresencia de Recall, sumada a la ausencia de consentimiento explícito, ha hecho saltar las alarmas en el sector. Críticos apuntan a que esta función no solo facilita la productividad (al ofrecer búsquedas instantáneas de cualquier contenido visualizado previamente), sino que también representa un peligroso vector de exposición de datos sensibles.
Brave y AdGuard: los primeros en actuar
Ante este contexto, aplicaciones centradas en la privacidad han reaccionado con decisión. Brave, el navegador conocido por sus bloqueos antirrastreo, y AdGuard, reconocido por sus herramientas contra anuncios y rastreadores, han implementado bloqueos predeterminados para Recall en sus versiones para Windows 11 (y en las posteriores).
- Brave ha actualizado su navegador para que el bloqueo de Recall esté activo por defecto. Los usuarios cuentan con un interruptor para activar o desactivar esta protección según sus necesidades.
- AdGuard incorpora una función similar como parte de su suite de protección contra rastreos. Aunque no lo habilita por defecto, permite al usuario activar el bloqueo contra Recall de forma sencilla desde el panel de configuración.
Ambos siguen la senda inaugurada por Signal, la app de mensajería que anunció medidas proactivas para evitar el acceso de Recall a las conversaciones privadas.
Los riesgos reales de Recall: más allá del susto
Los expertos en ciberseguridad destacan que las consecuencias de una herramienta como Recall pueden ser devastadoras cuando se trata de privacidad. Recordemos que:
- Cada pestaña, mensaje o formulario podría ser almacenado y susceptible a robos si un atacante accede a ese historial.
- La captura pasiva y constante abre la puerta a posibles malos usos internos o incluso a espionaje personal o corporativo.
- Recall podría recoger desde historiales de navegación completos hasta datos bancarios o contraseñas.
Con el crecimiento de ataques enfocados en el robo de datos privados, la existencia de una función que almacena virtualmente todo lo visto en pantalla despierta, con justicia, la desconfianza de usuarios y empresas.
Productividad vs. privacidad: el eterno dilema
Microsoft defiende Recall como una potente herramienta de productividad, capaz de ayudar a los usuarios a encontrar cualquier pieza de información vista previamente. Al estilo de una memoria infalible, Recall indexa todo lo visualizado y lo hace recuperable a un clic.
El problema radica en el costo de esa «comodidad»: una vigilancia casi total sobre el uso del dispositivo, que poco difiere de tener un observador silencioso grabando cada movimiento.
Mientras Recall tiene la capacidad de ser útil —por ejemplo, al encontrar rápidamente un archivo, un correo importante o un sitio web previamente visitado—, la línea entre la ayuda y la intromisión es cada vez más difusa.
¿Punto de inflexión para la privacidad en software?
El movimiento de Brave y AdGuard representa algo más que una reacción puntual: es síntoma de una postura en alza entre los desarroladores de software y un mensaje directo a gigantes tecnológicos: la captura pasiva de información personal sin consentimiento será cada vez menos tolerada.
De hecho, en los foros y redes sociales, la reacción del público ha sido contundente. Usuarios de Windows 11 temen que las promesas de privacidad terminen diluidas ante la presión por recopilar datos, personalizar servicios y alimentar sistemas de IA. Brave y AdGuard han posicionado sus aplicaciones como “refugios” para quienes buscan retomar el control sobre su privacidad digital.
¿Cómo funciona el bloqueo de Recall?
El sistema implementado por Brave neutraliza la función de Recall desde el arranque, evitando que tome capturas de pantalla mientras el navegador esté en uso. Esta protección se extiende igualmente en la gestión de ventanas y documentos sensibles.
AdGuard, en tanto, ha añadido una opción para bloquear Recall dentro de su panel de privacidad. Aunque esta opción debe ser activada manualmente por los usuarios, permite un control granular sobre qué aplicaciones pueden ser protegidas.
- Ambos sistemas se actualizan con las versiones más recientes, por lo que los usuarios que ya tienen Brave o AdGuard solo deben asegurarse de no tener versiones obsoletas.
¿Qué sigue para Microsoft y la industria?
La presión social ya se deja sentir. Microsoft asegura que Recall guarda la información en local, con cifrado, y que los usuarios pueden definir exclusiones y eliminar su historial. Sin embargo, los críticos argumentan que esta administración requiere conocimientos avanzados y que la protección real debe ser predeterminada, no optativa.
Lo que parece claro es que la tendencia apunta hacia una mayor “militancia” de terceros como Brave, AdGuard o Signal, que no dudarán en bloquear o dificultar tecnologías intrusivas incluso antes de que los usuarios sean conscientes de los riesgos.
A la larga, el escenario podría llevar al nacimiento de nuevas regulaciones —o, por lo menos, a un cambio de actitud en los grandes desarrolladores— donde la privacidad vuelva a estar en el centro de la ecuación.
¿Cómo protegerte ahora?
Si usas Windows 11 y te preocupa lo que captura Recall, algunos pasos recomendados son:
- Actualizar tu navegador Brave y activar el bloqueo de Recall.
- Instalar AdGuard y activar la protección contra Recall desde el panel de privacidad.
- Revisar las configuraciones de Recall en Windows 11, gestionando qué aplicaciones pueden o no ser monitoreadas.
- Estar atento a actualizaciones de software y nuevos métodos de protección que seguirán surgiendo.
En un mundo donde la frontera entre lo útil y lo invasivo es cada vez más tenue, dependerá más que nunca del usuario exigir y tomar control sobre lo que sucede con sus datos.
Fuentes: The Verge, Engadget, Ainves, Business Standard
Brave y AdGuard marcan un hito al bloquear Recall de Microsoft, priorizando la privacidad frente a funciones de IA potencialmente intrusivas. El movimiento apunta a una industria más consciente y a usuarios mejor protegidos, demostrando que la vigilancia pasiva no debe ser el precio de la productividad.