Un giro inesperado sacude el sector de la impresión 3D doméstica. Anker, reconocida por sus fiables cargadores y baterías, decidió pausar indefinidamente la venta de sus modelos de impresoras 3D AnkerMake M5 y M5C. La noticia llegó sin advertencia previa ni detalles sobre un posible regreso o lanzamiento de nuevos modelos, dejando atónitos tanto a entusiastas como a profesionales que habían apostado por la marca.
¿Por qué Anker abandona la impresión 3D tradicional?
Cuando Anker se sumó al mercado 3D con la AnkerMake M5, prometió sacudir el sector con tecnología automatizada y velocidad sobresaliente. Pero el sueño duró poco. Los problemas empezaron a acumularse:
- La M5, aclamada por imprimir a alta velocidad y fácilmente desde apps, atrajo críticas por el excesivo ruido y la falta de conectividad, limitando su atractivo para usuarios avanzados.
- El modelo M5C, pensado como opción accesible, llegó incompleto: no logró siquiera igualar el estándar de rivales como Bambu Lab o Creality, quedándose corto en funciones clave y fallando en la batalla por el segmento “entry level”.
- Ambos modelos compartieron problemas de calibración y bugs de software, impactando la experiencia de usuario para muchos compradores.
La transición a EufyMake y el desconcierto actual
En marzo de 2025, Anker lanzó la sub-marca EufyMake con la promesa de ofrecer soporte a los usuarios de sus impresoras 3D. Sin embargo, al revisar el portal oficial de EufyMake, la falta de impresoras 3D tradicionales y la presencia de una impresora UV de tecnología diferente generan aún más confusión sobre el rumbo de Anker en este mercado.
El lanzamiento de la nueva marca no vino acompañado ni de anuncios sobre futuros modelos FDM, ni de hojas de ruta claras para soporte prolongado. El desconcierto entre usuarios y especialistas es palpable: ¿se trata de una estrategia pasajera, o de un adiós definitivo de AnkerMake al mundo del modelado 3D tradicional?
Mercado competitivo, decisiones empresariales
La discontinuación de los modelos fue atribuida a una “optimización de línea de productos” y ajustes estratégicos de ventas. ¿La razón de fondo? En el competitivo escenario de impresión 3D, marcas consolidadas como Creality y Bambu Lab se han llevado la parte grande del pastel. La alta inversión en innovación y soporte contra los bajos márgenes y la feroz competencia habrían hecho inviable la aventura sostenida de Anker en el segmento.
Esto deja a los consumidores que apostaron por AnkerMake en una posición incómoda: ya no se venden nuevas unidades, el soporte técnico persiste pero es incierto su alcance futuro, y las piezas de repuesto cada vez son más difíciles de conseguir. Se mantiene la promesa de facilitar atención y asistencia a quienes ya adquirieron estos productos, pero la realidad es que la disponibilidad de refacciones comienza a escasear.
Usuarios huérfanos y una lección para la industria
Para la comunidad maker, la noticia es especialmente amarga. La M5 y la M5C formaban parte de la oleada de impresoras orientadas a usuarios que no querían complicarse con calibraciones, mods o configuraciones técnicas; era una apuesta a democratizar aún más el acceso a la impresión 3D.
Pero los problemas de compatibilidad, la ausencia de ciertas funciones y, sobre todo, la competencia feroz terminaron por sepultar cualquier ventaja inicial. Si bien Anker prometió actualizaciones y parches, muchos usuarios relatan experiencias de inestabilidad y frustración ante fallos en la conexión o la imposibilidad de encontrar piezas clave.
El caso sirve de advertencia: en el mundo de la tecnología, lanzarse a una categoría tan especializada y dominada por gigantes requiere no solo innovación, sino soporte sólido y compromiso a largo plazo. Quienes confían sus proyectos a una marca emergente saben el riesgo: hoy tienes un producto revolucionario, mañana puedes enfrentarte a la imposibilidad de repararlo.
La incógnita sobre el futuro
De momento, no hay señales claras de que Anker o EufyMake pretenda regresar con impresoras FDM tradicionales. El foco actual parece estar en productos con tecnologías diferentes (como la impresión UV), donde quizás Anker sí vea margen para competir o innovar, alejándose de un terreno hostil donde ya perdió la batalla.
Mientras tanto, comunidades de usuarios se organizan en foros y grupos para intercambiar piezas, hacks y consejos sobre cómo prolongar la vida útil de sus AnkerMake. Es una lección sobre lo efímeras que pueden ser ciertas apuestas tecnológicas y la importancia de elegir equipos con soporte garantizado.
¿Qué deben hacer los actuales propietarios de impresoras AnkerMake?
- Contactar de inmediato al soporte técnico de EufyMake para solicitar piezas compatibles que aún estén en inventario.
- Buscar en mercados de terceros y plataformas como eBay o AliExpress piezas de repuesto antes de que se agoten.
- Integrarse a comunidades online donde otros usuarios comparten soluciones y consejos para reparar o modificar las máquinas.
La moraleja: la innovación no basta si no hay compromiso a largo plazo. El caso de AnkerMake quedará como ejemplo de cómo incluso los grandes nombres pueden tambalear en mercados especializados, y lo esencial de pensar a futuro al elegir tecnología para nuestro día a día.
Anker sorprendió al abandonar las impresoras 3D AnkerMake M5 y M5C, dejando a usuarios con dudas sobre soporte y dificultad para conseguir piezas. Sin una hoja de ruta clara ni productos FDM a la vista, la marca redirige su enfoque hacia otras tecnologías. Este caso subraya la importancia de elegir marcas con respaldo duradero en innovación.