
¿Alguna vez has sentido que pagas de más por un juego digital en la PlayStation Store? No estás solo.
En Países Bajos, una fundación ha llevado a Sony a los tribunales, acusándola de inflar artificialmente los precios de los juegos digitales. La demanda, impulsada por la campaña “Fair PlayStation”, ha encendido un debate global sobre los costos en la era digital, donde las consolas como la PS5 priorizan lo digital sobre lo físico. Con los precios de los juegos subiendo y las tiendas físicas perdiendo terreno, esta querella no solo afecta a los jugadores holandeses, sino que podría cambiar las reglas del juego para la industria. ¿Es Sony realmente un monopolio digital? A continuación, desglosamos los detalles de esta demanda, su impacto y lo que significa para los gamers en 2025.
La acusación: Precios inflados y monopolio digital
La fundación holandesa Stichting Massaschade & Consument ha presentado una demanda colectiva contra Sony, alegando que la compañía abusa de su posición dominante en el mercado de consolas para mantener precios “artificialmente altos” en la PlayStation Store. Según la denuncia, los juegos digitales cuestan hasta un 47% más que sus versiones físicas, a pesar de que los costos de distribución digital son significativamente menores. Desde 2019, Sony restringió la venta de códigos digitales a su propia tienda, eliminando la competencia de minoristas como Amazon o Walmart. Esta práctica, según los demandantes, permite a Sony imponer una comisión del 30% en cada compra, lo que eleva los precios sin beneficiar al consumidor.
El impacto en los jugadores y la industria
Para los jugadores, esta situación significa pagar más por menos. Un juego digital, que no requiere impresión ni transporte, debería ser más barato, pero en la PlayStation Store ocurre lo contrario. La demanda estima que los consumidores holandeses han sufrido un perjuicio de 435 millones de euros desde 2013. Más allá de los números, esta querella refleja una preocupación creciente: la transición al formato digital está dejando a los usuarios con menos opciones y a merced de las plataformas. En redes como X, los gamers han expresado su frustración, comparando los precios de Sony con los de plataformas como Steam, que ofrecen más competencia. Si la demanda prospera, Sony podría verse obligada a permitir ventas en otras tiendas digitales, lo que beneficiaría a los consumidores con precios más competitivos.
Un problema global: Antecedentes y comparaciones
No es la primera vez que Sony enfrenta acusaciones similares. En 2021, una demanda en California señaló que los juegos digitales podían costar hasta un 175% más que los físicos. En Reino Unido, otra querella de 2022 exigió 5.900 millones de euros por prácticas anticompetitivas. Aunque algunas demandas, como la de California, fueron desestimadas por falta de pruebas, el caso holandés parece más sólido al centrarse en la falta de competencia. Comparado con Microsoft o Nintendo, Sony es más restrictiva: Xbox y Steam permiten compras en otras plataformas, mientras que Nintendo ha anunciado medidas para compartir juegos digitales. Estas diferencias podrían presionar a Sony para replantear su modelo de negocio.
¿Qué sigue para Sony y los consumidores?
La primera audiencia de la demanda holandesa está programada para finales de 2025, y el resultado podría sentar un precedente. Si Sony pierde, no solo enfrentaría una multa millonaria, sino que tendría que abrir su ecosistema a otras tiendas digitales, reduciendo su control sobre los precios. Para los desarrolladores, esto podría significar menos comisiones y más libertad para fijar precios. Sin embargo, Sony podría optar por un acuerdo extrajudicial, como sugieren experiencias previas, para evitar un golpe financiero mayor. Para los jugadores, el mensaje es claro: la lucha por precios justos en la era digital está lejos de terminar.
La demanda contra Sony por los precios de la PlayStation Store pone el foco en un problema crucial: el control de las grandes tecnológicas sobre los mercados digitales. Con los juegos digitales costando hasta un 47% más que los físicos y sin competencia real, los consumidores están pagando el precio de un modelo que favorece a Sony. Este caso, junto a demandas previas en Reino Unido y EE. UU., podría forzar un cambio en la industria, beneficiando a jugadores y desarrolladores. Personalmente, creo que la apertura a otras tiendas digitales es un paso necesario para equilibrar el mercado. ¿Tú qué opinas? ¿Has notado los precios altos en la PlayStation Store? Déjanos tu comentario y comparte tu experiencia como gamer en 2025.